Dentro de un enorme y espectacular Parque Natural protegido por la UNESCO desde hace años se encuentra la enigmática ciudad de Tikal, que sigue siendo hoy por hoy uno de los mayores centros urbanos descubiertos de la civilización maya en tiempos precolombinos. Conocida como Yas Matul en aquella época, Tikal se convirtió en una de las capitales más florecientes de toda la cultura Maya, predominando especialmente en los primeros siglos de nuestra era, entre el 200 y el 900 d.C, aunque muchas de sus edificaciones son anteriores.
La ciudad se encuentra en lo que hoy se conoce como República de Guatemala, y se conserva en bastante buen estado, gracias a encontrarse dentro de un paraje protegido. Tikal supone una de las mejores muestras de la cultura maya precolombina y por eso es una de las ciudades más estudiadas para conocer todo lo relacionado con esta cultura, desde su forma de entender el cielo hasta su urbanización. Un lugar que nos desvela apasionantes secretos sobre una cultura que gobernó en Mesoamérica durante muchos siglos.
¿Cómo era su sistema de agricultura y astronomía?
En los tiempos de los mayas, la agricultura era considerada como el principal sustento para buena parte de la población, ya que no había otros adelantos. Buena parte de los habitantes de Tikal trabajaban con huertos, en grandes terraplenes, y también con ganadería, con animales que eran criados para luego servir de alimento, no distando mucho de la agricultura que tenemos actualmente, aunque mucho más natural, por supuesto. En cuanto a la astronomía, bien es sabido por todos el interés de la cultura maya por el estudio del cielo y los astros, a los que daban gran importancia, creando calendarios en estelas que todavía se conservan y que sirvieron incluso de base para muchos edificios construidos en Tikal.
Conoce los templos más emblemáticos de este centro urbano maya
Como toda ciudad maya, Tikal también contaba con varios templos, dedicados a diferentes dioses en los que creían los mayas de la época (politeístas convencidos). Uno de los más importantes es el llamado Templo del Gran Jaguar, una pirámide funeraria de 47 metros de altura y que supone uno de los ejemplos cumbre de esta civilización en el territorio guatemalteco. También cabe destacar el Templo de las Máscaras, con una arquitectura muy parecida al anterior, y el Templo del Gran Sacerdote, que se erige incluso más alto que los dos anteriores, pero que solo cuenta con dos cámaras en el santuario de su cúspide. No es el más alto, sin embargo, ya que ese honor recae en el Templo de la Serpiente Bicéfala, que se levanta a más de 70 metros sobre el suelo.
¿Cómo ha sido la excavación y conservación de su riqueza arquitectónica?
En 1956, la Universidad de Pensilvania lideró un proyecto muy ambicioso para el estudio, la excavación y el mapeo del territorio que contemplaba Tikal, o al menos, parte de él. Se lograron descubrimientos y hallazgos importantísimos para entender la cultura maya y su capacidad social, así como la forma de vivir de estos, en capitales estado como la propia Tikal. Poco después, el gobierno guatemalteco inició también un estudio propio en el que se siguieron sacando a la luz novedades, restos y demás, para tener una visión completa de lo que había supuesto Tikal en su momento, incluso llegando a tener la dinastía prácticamente completa durante siglos de todos sus reyes o jefes.
Tikal: un Parque Nacional declarado Patrimonio de la Humanidad
Si Tikal está hoy en día tan bien conservada es, en buena parte, gracias a su ubicación dentro de un territorio casi selvático, con mucha vegetación y fauna salvaje. Este territorio fue catalogado como Parque Nacional en 1955, y poco después, la UNESCO lo destacó como Patrimonio de la Humanidad, tanto por su aporte cultural como natural. Gracias a esto, la protección sobre la ciudad de Tikal y su entorno ha podido ser mucho más efectiva, y a día de hoy se permite el acceso restringido a turistas, siempre con medios de seguridad, no solo por los restos mayas, sino por todas las especies de fauna y flora que siguen teniendo aquí su hábitat, muchas de ellas autóctonas y en peligro de extinción en la zona.
Entérate de los secretos que aún guarda Tikal
Siendo Tikal una ciudad enorme y capital de su parte de imperio maya en su momento, hay todavía muchos descubrimientos por hacer a su alrededor, ya que la ciudad está rodeada por kilómetros y kilómetros de selva salvaje que seguramente no se pise desde hace siglos. De hecho, en una pequeña observación sobre el terreno, se siguen descubriendo nuevos poblados y asentamientos, más pequeños que la propia ciudad, por supuesto, pero sumamente interesantes en cuanto a lo que nos cuentan sobre la vida en aquel tiempo. Se espera que gracias al avance de la tecnología por láser se pueda conocer mucho más sobre estos pequeños poblados que siguen sumergidos en el fondo de la selva guatemalteca.
