Una de las mayores preocupaciones de todo aquel que tiene algún kilo de más es reducir la grasa abdominal, primero porque es la que crea esos michelines que tan mal quedan luego en verano, por ejemplo, y luego también porque es la grasa que más nos debe preocupar, ya que en cuestión de salud, es la más perjudicial. Son muchas personas las que suelen aglutinar grasa en esa parte del cuerpo, sobre todo los hombres, y el problema viene en que también es una de las más complicadas de reducir.

Porque hay grasa en otros sitios de nuestro organismo que más o menos se puede quitar de encima, pero desde luego, la grasa abdominal es siempre el último escollo, el más difícil de superar. Sin embargo, hay ejercicios sencillos que nos ayudarán a reducirla, junto a la alimentación saludable que siempre debemos llevar por delante, como algo ineludible. Esos ejercicios, además, los puede realizar cualquiera, sea cual sea su estado de forma, y son muy eficaces.
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Es algo que ocurre con muchísima frecuencia. Alguien que, por cualquier motivo, tiene algunos kilos de más y decide ponerse a dieta para perderlos. Después de semanas pasando hambre por comer poca cantidad y variedad, logra su objetivo, con suerte. Pero luego viene el efecto rebote, y recupera de golpe todo lo que ha perdido. Y vuelve a la dieta, y el círculo se cierra y se abre de nuevo, para ser una tradición que por más que se repite, nunca va a dar otro resultado. Porque el truco  no está en comer menos, sino en comer equilibrado.

Cuando hablamos de hacer dieta estamos dejando a un lado un montón de recomendaciones saludables, como el propio hecho de comer cinco veces al día o de tener todo tipo de alimentos dentro de nuestra despensa. No deberíamos hacer dieta, sino crear un hábito alimenticio saludable que nos sirva no solo para perder peso en un momento dado, sino para mantenernos sanos gracias a la alimentación durante el resto de nuestras vidas. Y para algo así, las frutas y las verduras son imprescindibles.
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