A nadie se le escapa que hoy en día, a pesar de todo lo que se ha avanzado por la igualdad entre hombres y mujeres, éstas últimas siguen siendo atacadas y violentadas en muchas facetas de la vida, no solo con violencia física, que también, sino con todos los restos del machismo que todavía impera en muchos sectores de la sociedad. Poco a poco se va venciendo, pero mientras haya una sola mujer que no se sienta segura por la calle, tendremos que seguir adelante.
La violencia física que se ejerce contra ellas suele venir del hecho de que los hombres, por norma general, suelen ser más fuertes, y aprovechan esa ventaja para imponer su voluntad, de forma explícita o implícita, sobre una mujer. Ya sea en el entorno de trabajo, en la propia casa o en la calle, la mayoría de mujeres se han visto en alguna que otra ocasión amenazadas por esa violencia, y en muchos casos no han sabido cómo responder. La defensa personal puede ser un método útil de ir mejor preparada para enfrentarse a estas situaciones.
Técnicas que pueden ayudar a cualquier persona sin ser un experto en artes marciales
Cuando hablamos de defensa personal no estamos poniendo como ejemplo a esos expertos en artes marciales que de un solo golpe pueden tumbar a otra persona. Hablamos de técnicas especialmente pensadas para defendernos, de hecho, y no para atacar. Además, la defensa personal para mujeres está igualmente especializada en esos movimientos y técnicas que ayudan a que una chica normalmente con un peso y una fuerza menor que la de su oponente pueda frenarlo, incluso inmovilizarlo, o al menos dejarle tocado mientras puede salir a buscar ayuda. Se busca la forma de evitar los ataques más comunes a través de técnicas de protección y defensa sencillas que cualquier puede aprender.
Utiliza la fuerza física para vencer a un posible atacante
Como hemos comentado anteriormente, estas técnicas están enfocadas a la defensa, no al ataque. Por tanto, serán movimientos que, en muchas ocasiones, incluso aprovechen la propia fuerza del contrario, si es más fuerte que nosotras. Esos impulsos que se toman antes de golpear, o el simple hecho de tratar de agarrarnos por la espalda, pueden ser contrarrestados por ciertas técnicas de defensa personal relativamente sencillas de aprender. Sabremos cómo focalizar toda nuestra fuerza en un punto, si tenemos que llegar a golpear, o cómo causar más daño al atacante. También cómo protegernos en una situación de posible riesgo en la que todavía no se haya producido el ataque, pero estemos alerta.
Siempre que salgas de tu casa debes estar 100 % alerta
Por desgracia, las chicas siempre deben estar muy alerta cada vez que salen de casa, sobre todo si van solas o es muy temprano o muy tarde, es decir, a las horas en las que menos luz hay. Estos son los momentos preferidos por los atacantes para lanzarse sobre sus víctimas, y hay que estar siempre preparadas para cualquier cosa que pueda pasar. La defensa personal es una buena alternativa, pero tampoco es descabellado llevar algún tipo de spray en el bolso, por si fuera necesario. El móvil, siempre cargado y a mano, para poder llamar a la policía si estamos siendo perseguidas, por ejemplo. Hay zonas que deberíamos evitar a ciertas horas, buscando siempre las más transitadas para disuadir a cualquier posible atacante.
Muestra una actitud de confianza cuando vayas por la calle
A veces esto es tremendamente complicado, porque el miedo, queramos o no, acaba conquistándonos, pero es cierto que podemos tener una actitud de confianza sin mostrar signos de temor cuando vayamos por la calle, para también disuadir a aquellos que piensan que somos una víctima débil y fácil. Esto, como decimos, no siempre se puede dar porque al final una acaba rindiéndose ante el temor, pero mostrarle ese miedo al posible atacante es lo peor que podemos hacer, y por ello deberíamos tener muy en cuenta este consejo. De igual forma, si vemos que tratan de seguirnos o atacarnos, lo mejor es tratar de escapar y en caso de no poder, utilizar las técnicas de defensa personal.
