Ubicado en Centroamérica, en la parte de la costa Pacífica, El Salvador es una de esas joyas por descubrir que nos ofrece el continente americano, un país que por su convulsa historia y por su complicada geografía no parece llamar tanto la atención del turista como México, Costa Rica o incluso Honduras. Sin embargo, las cosas están cambiando y el turismo se está convirtiendo poco a poco en uno de los motores económicos más importantes de este país latinoamericano, que ofrece muchísimos parajes naturales y entornos arqueológicos con templos y restos precolombinos, así como unas playas absolutamente paradisíacas y en muchos casos casi vírgenes, para el disfrute del turista.
Cada vez son más los viajeros que deciden hacer parada en El Salvador cuando están de viaje por esta zona del planeta, aunque todavía son pocos los que llegan aquí directamente, ante la falta de vuelos directos al país y demás. La estancia en San Salvador, la capital de la nación, es lo más habitual no solo por ser la única gran ciudad, conde podemos encontrarlo todo, sino porque está en el centro geográfico del país para llegar en menos de una hora a casi cualquier rincón del mismo. La extensión de El Salvador, lejos de ser un problema para los turistas, es toda una ventaja para poder visitar y conocer el país mucho más fácilmente, desde las playas de la cosa sur hasta las reservas naturales del noreste.
Aduana y trámites para viajar a El Salvador
Como en cualquier país del mundo, El Salvador también protege sus fronteras con una aduana al entrar al país, tanto en vuelos como en transporte terrestre. A los viajeros europeos nos bastará con mostrar nuestro pasaporte vigente, y se nos será entregada una tarjeta de viajero. A los que lleguen desde países de Sudamérica se les exige también una visa de Turismo, así como el certificado de estar vacunados contra la fiebre amarilla. En cuanto a la aduana, su funcionamiento es similar al de cualquier otra aduana del mundo. Al llegar nos darán un formulario para que podamos declarar los bienes que llevemos, si están incluidos en ese formulario. Normalmente, a los viajeros apenas se les realizan registros, especialmente si el equipaje no es muy grande.
Visitas indispensables
El Salvador ofrece multitud de visitas interesantes, especialmente para aquellos que disfruten con la naturaleza, que es seguramente su principal baza turística. A lo largo y ancho del país podemos encontrar numerosas reservas naturales como El Bosque Imposible, El Bosque de San Diego, El Parque Nacional Volcán de Conchagua o El Parque Nacional Cerro Verde, todos ellos a corta distancia desde la capital y con una exuberante demostración de flora y fauna. Las playas de la costa pacífica también son un destino muy especial para los turistas, sobre todo para los que prefieren relajarse y pasar unos días en este paradisíaco entorno.
De la misma manera, los sitios arqueológicos con restos de los imperios precolombinos son también muy interesantes y merece una buena visita para conocer el pasado del país. Las Pirámides de San Andrés, Joya de Cerén o Cihuatán son lugares indispensables para una vista completa a este país, así como Tazumal, uno de los restos más importantes. En la propia San Salvador podemos encontrar diversos monumentos, como los dedicados a Isabel La Católica o a Cristobal Colón, así como el propio Palacio Nacional, uno de los edificios más importantes e insignes de El Salvador.
Hoteles y alojamientos
Podemos optar por quedarnos en la capital, a poca distancia de todo lo importante que querríamos ver, y disfrutar de un alojamiento de tres y cuatro estrellas cerca del centro. Lo mejor es buscar hoteles que estén bien situados con las conexiones de transporte y sobre todo, en barrios seguros. Los precios en la capital no son demasiado altos, aunque suben un poco si nos vamos a la costa, como es natural. Sin embargo, allí también hay hoteles relativamente económicos y acostumbrados a recibir muchísimo turismo desde fuera, así que estaremos muy cómodos en ellos disfrutando de la parte más especial del país, sus playas paradisíacas.
La gastronomía del país
Allá donde vayamos, es importante probar la gastronomía y los platos típicos del lugar, porque está claro que son una de las ventajas de viajar, el conocer nuevas formas de disfrutar de la comida, nuevas recetas totalmente diferentes a lo que habíamos probado antes. Uno de los platos más típicos de este país son los tamales, rellenos de diferentes alimentos. También los pasteles de picadillo y las enchiladas, todo por influencia mexicana. Podemos probar igualmente la bebida más típica, el Atol Shuco, que está preparada a base de frijoles fermentados y que es realmente auténtica porque normalmente se bebe a morro de la botella.
